Poca gente queda que no haya visto 13 Reasons Why a día de hoy. Eso lo tengo bastante claro. Además no todo el mundo ha aceptado de buena tinta el discurso que empuña. Mientras que unos dicen que ha llevado muy bien el tema del bullying y del suicidio, y que ha cumplido notablemente la misión de exponer ciertas conductas que pueden ser muy dañinas; otros acusan a la serie de frivolizar unos temas muy serios y de dibujar estos problemas de una manera demasiado irreal y fantasiosa. Yo no quiero meterme en eso. He escuchado a ambas partes y considero que ambos tienen buenos argumentos a su favor, pero no tengo la confianza suficiente como para manifestarme a favor de uno u otro lado explícitamente. Lo que no puedo negar es que, a diferencia de otros debates que he tenido la suerte presenciar, en este caso sí que tengo una opinión formada bastante clara al respecto, por lo que no puedo prometer que ésta no se vea reflejada de una manera implícita.
Entonces, si aquí no he venido a dar mi punto de vista sobre cómo la serie ha tratado el tema, y por supuesto que no vengo a dar una crítica pobre e insulsa para recomendar una serie que ya ha visto todo aquel que ha querido, ¿para qué estoy aquí? Es bien sencillo. Básicamente voy a hacer algo que me gusta muy, pero que muy poco. Voy a poner en duda que la gente, tanto entre sus defensores como entre sus detractores, la haya entendido correctamente. Es cierto. No me gusta decir que una película o serie no se ha entendido porque tengo un miedo atroz de caer en una pedantería galopante.. Está un poco feo poner en duda la capacidad de los demás y no pensar que el problema pueda estar en uno mismo, pero a veces lo siento así. No importa cuánto me esfuerce en disipar esas emociones, a veces no puedo evitarlo.
En este caso creo que el problema viene de considerar que la serie, o mejor dicho, la historia de Hannah, tiene algo que ver con el bullying. Lo siento, pero creo que os la han colado pero bien. La serie no es que ignore por completo este problema, de hecho sirve un poco de hilo conductor en la historia. Pero como si de una novela de misterio se tratase, el sospechoso inicial no siempre es es el asesino. Hannah Baker no se ha suicidado por que le hicieran bullying, lo siento pero no. Se lo hicieron, es cierto, pero ni siquiera a una gran escala. Ojo, con esto no quiero decir que una persona no pudiera llegar a suicidarse por soportar el mismo nivel de bullying que ella soportó. Sólo digo que ella no lo hizo por ello. Es más, y aquí viene una fuerte: ni siquiera creo que se suicidara por que la violaran. Reconozco esto pudo ser la gota que colmara su vaso y, a diferencia del bullying, sí que pienso que es el tema central de la historia, pero no creo que es la razón principal de su suicidio.
Entonces, ¿por qué se suicidó Hannah Baker? Esta pregunta es un poco difícil de responder, la verdad. Ni siquiera creo que la propia Hannah pudiera responder a eso de una manera directa, de hecho no lo hizo, utilizó trece cintas magnéticas. Mi hipótesis para responder la pregunta es que lo hizo porque se sentía sola. La serie no trata, ni de lejos, el tema de la depresión, así que intentaré evitarlo, aunque pienso que Hannah pudiera estar deprimida. En cualquier caso y desde mi humilde opinión, si hay o no una enfermedad detrás que refuerce su estado es lo que menos. Lo importante es que se sentía muy sola, y eso es algo que deja la propia serie bastante claro. Lo deja caer de manera más o menos directa en algún que otro momento: cuando Álex dice que, de no haber sido por su culpa, Jessica podría haber estado a su lado cuando Hannah lo hubiera necesitado; o cuando la misma Hannah habla de la traición de Courtney, por poner un par de ejemplos. Además la propia serie intenta inculcarnos, como espectadores, a que nos paremos y prestemos atención a quienes nos rodean. A que no ignoremos a la gente y que nos preocupemos por sus vidas. Por eso Clay va a hablar con Skye cuando se da cuenta del papel que ha cumplido en el suicidio de su amiga. También se puede apreciar en su grito de ayuda en forma de la nota anónima que envía a la profesora. Hannah se sentía sola, pero no sólo eso. También se sentía poca cosa como para aceptar la ayuda de la única persona que sí quiso estar a su lado. Por eso se suicidó.
Esa es mi teoría. Confieso que a lo mejor lo veo así porque la serie me ha recordado, salvando las distancias, a una película que vi hace años que también me gustó mucho: 2:37. Es altamente probable que esta película haya influido en mi manera de ver y comprender la serie, pero eso no quiere decir que tenga por qué estar equivocado. ¿Verdad? En cualquier caso y aunque me pudiera haber llevado a una interpretación errónea, la película es muy recomendable.
Recapitulemos. Hasta aquí he dicho que Hannah no se suicidó por culpa del bullying, lo que es de esperar si he afirmado que Hannah ni siquiera recibió demasiado, pero también he dicho que el tema principal de la serie no es este bullying, sino la violación de que la arrojó a tomar tal funesta decisión. Esto no es del todo exacto, la historia no se centra en la violación en sí, sino todo el asunto de la objetificación que sufrió Hanna, así como la sexualización femenina y la cultura de la violación en la que vivimos. Esos temas, bastante relacionados entre sí, componen el leitmotiv de la serie, eso es lo que esta primera temporada¹ está intentando denunciar y poca gente, demasiada poca, está hablando de ello. La gente se ha centrado en el bullying, y precisamente la persona que más lo sufre en toda la serie, Tyler, es planteada como uno de los malos, uno de los culpables del fatídico final de Hannah. Aunque dentro de los receptores de las cintas está entre aquellos hacia los que podemos sentir un poco de empatía conforme avanza la trama.
Ahora bien, he afirmado que Hannah se suicidó porque se sentía sola y poca cosa, pero en cambio insistí en que el tema principal de la serie no era otro sino la sexualización femenina. Lo mantengo. También mantengo lo que he dicho sobre que Hannah no sufre tanto acoso. Sufre acoso, eso es innegable. La serie empieza con una foto suya difundida a todo el colegio y la reacción de sus compañeros de rechazarla por puta. Eso es un ejemplo claro y concreto de bullying, en este caso promovido por la idea machista bien sabida por todos de que una mujer sexualmente activa es una puta. Independientemente de que todo fuese basado por unos hechos inventados, si en el parque hubiera pasado lo que todo el mundo pensaba tampoco tendría por qué haber pasado nada de no ser por la sociedad machista en la que vivimos. Es cierto que pese a que ella hubiera hecho algo malo, tampoco merecía ser acosada por ello, pero es que es importante recalcar que, aunque falso, lo que se suponía que había hecho (dejar que el chico con el que estaba la masturbara) nunca debería de considerarse como algo malo.
Incluso este primer ejemplo de bullying (entendiendo por bullying como acoso dirigido hacia una persona en un ámbito escolar), que sirve como punto de partida del camino que recorre Hannah, paso a paso, cinta a cinta, tiene asociados los temas que hace un par de párrafos taché de centrales. Este ejemplo de bullying podría haber sido de cualquier índole (a parte del slutshaming, el objetivo del bullying puede ser alguien por otras razones: un friki, alguien considerado feo, perteneciente a un colectivo discriminado o, sencillamente, porque te ha tocado), pero en cambio los autores decidieron darle una índole sexual al bullying de Hannah. No fue casual. Los autores sabían lo que hacían. Además de ese, Hanna ha sufrido algún que otro episodio de bullying, pero sobre todo lo que ha sufrido es acoso sexual. Creo enormemente que es importante diferenciarlos, aunque en la serie están bastante entrelazados. Por un lado tenemos acoso escolar de índole sexual, por el otro acoso sexual en el ámbito escolar. No soy experto en el tema, pero para mí son dos cosas muy diferentes.
El rumor que se inició con aquel primer episodio de bullying rápidamente se extendió y mutó, con la ayuda de otros determinantes (diría que aquí Alex, Tyler, Courtney y Ryan son los que más culpa de esto tienen a sus espaldas) en que Hannah era una chica fácil. Esto lleva a constantes situaciones muy poco agradables para ella, sobre todo cuando Bryce estaba cerca, hasta que termina en ese acontecimiento tan deleznable de la decimosegunda cinta: la violación. Pero ahí no acaba la cosa. El propio Bryce niega que la haya violado, por supuesto, pero no porque esté mintiendo. Él está convencido de que no la ha violado, de que Hannah Baker, una chica fácil, como todo el mundo sabe, en su jacuzzi y en ropa interior lo estaba deseando. ¿Quién no iba a querer un rato de placer con el gran Bryce? Que se resistiera no era nada más que un papel pobremente interpretado por ella para hacerse la difícil. Esto se ve constantemente y la gente lo sigue negando. ¿Cómo alguien tan guapo y popular como Brock Turner iba a violar a nadie? ¿Por qué conformarse con un no cuando gente como Álvaro Reyes nos ha enseñado que la perseverancia lo puede convertir en un sí? (Y también nos ha enseñado que si no llega a dar el sí, tampoco pasa nada). Y ya no hablemos, porque la serie no lo hace, de las violaciones que no son a la fuerza. Vivimos en un mundo donde es más fácil salir indemne de una violación que de contar chistes sobre un dictador muerto o una banda terrorista desarmada.
Esto es lo que denuncia la serie. Esto es lo que pretende la historia de Hannah Baker. No dejemos que haya sido en vano.
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1 – Una de las secuencias finales, con Tyler acaparando armas mientras observa las fotos de la gente responsable de su miseria me hacen pensar que la segunda temporada sí que va a ir sobre el bullying. Siendo el trasfondo para una masacre, en vez de para un suicidio.