Últimamente se escucha mucho por mis círculos de Twitter que Nolan es un director que se pasa con las explicaciones. La verdad es que es un discurso que a mí mismo me ha calado, pienso que tienen razón: Nolan, por lo general, explica mucho en sus películas. Esto, así, sin más, podría verse como que Nolan es un mal director. El propio Hitchcock, grande entre los grandes, explicó a Truffaut en su famosa entrevista que siempre que es posible se debe enseñar, no contar. Esto es un buen argumento, el cine es un medio visual por encima de todo, y no voy a ser yo, ignorante de mí, quien le quite la razón al maestro del suspense. La clave aquí sería determinar cuándo una explicación es fácilmente sustituible por una serie de imágenes. Esto es un ejercicio interesante, pero no me parece que sea especialmente sencillo y tampoco seré yo el que critique la decisión de un autor tan importante como es Christopher Nolan. A quien le interese, un buen ejemplo de lo que viene siendo mostrar en lugar de contar podría ser, en mi opinión, Arrival (La Llegada en España).
No, la razón de este artículo es otra distinta. No me veo intelectualmente capaz de determinar si explicaciones de Nolan en películas como Inception (Origen) o Interstellar podrían o no haber sido sustituidas por algo más visual. Vengo a hablar de si la gente de a pie está preparada realmente para que dichas explicaciones sean omitidas. Para ello voy a utilizarlo que he visto decir de otra película de este director, su último estreno en la gran pantalla: Dunkirk (Dunkerque). Es un ejemplo de película en la que las explicaciones están ausentes. No explican nada, pero la propia película deja claro lo que está pasando. ¿Lo deja? Pues a lo mejor no tanto.
Está claro que la gente que dice eso lo hace, o al menos así me gusta a mí pensarlo, desde la humildad. De verdad piensan que las explicaciones están de más y que lo que se consigue así son situaciones surrealistas (como unas clases de física a un astronauta de la NASA), más liosas de lo necesario o, sencillamente, algo pesadas. De hecho el problema de estos detractores es que en su humildad piensan que están al mismo nivel que la gente de a pie. Al fin y al cabo yo no sigo a eruditos del cine, sino a gente como cualquier otra, que les gusta el cine y lo consumen con entusiasmo. El problema es ese, que a lo mejor, desde esta humildad, no se dan cuenta de que aunque sea a base de charlar con sus amigos sobre la película que acaban de ver, tal vez estén un poco más por encima de la media de lo que se piensan. Yo nunca lo había visto así, hasta que el otro día vi a alguien explicando por qué no le había gustado nada esta última película del director.
Los motivos que dio fueron varios, pero el principal y más notable fue precisamente ese, que no había entendido nada. De hecho, sus palabras exactas fueron “no explican nada”. Esta persona, según pude entender, no entendía qué estaba pasando por la pantalla. A mí me parece que estaba bastante claro, y no precisamente porque esté muy puesto en historia. No había escuchado hablar de Dunkerque hasta que vi los anuncios promocionales de la película. Pero no sé, uno de los primeros planos es un panfleto de propaganda nazi diciendo a los soldados de la ciudad que están rodeados, las siguientes escenas, casi sin diálogos, son soldados siendo masacrados en la playa y un par de chicos intentando, por todos los medios, colarse en un barco para salir de allí como sea posible. No hablan entre ellos, pero sabemos que se acaban de conocer y que ambos están jugando al mismo juego. A mí me pareció bastante claro, desde luego, pero, y a lo mejor estoy pecando de prepotente, a lo mejor no soy el más indicado para indicar el nivel del espectador medio. Esto que dijo esta persona, a la que no tengo el placer de conocer, otro ser anónimo de la red, podría haber sido un caso aislado, algo puntual, pero de momento me hizo pensar.
Recuerdo que me sorprendió también enterarme de que hubo gente que no entendió Arrival, el ejemplo que puse antes sobre explicar sin contar, y empecé a atar cabos. Vale que no he escuchado a nadie más decir lo mismo de Dunkirk, y es cierto que sí que pienso que podría ser un caso extremo, pero sí que he visto a gente referirse a esa película como que no es para “todo el mundo”. Dicha expresión se refería, entre otras cosas, a la supuesta complejidad añadida con las distintas líneas temporales. A mí tampoco me pareció especialmente confuso eso, además de las propias guías que nos dejaba la propia cinta, como ver dos veces el mismo suceso desde distintos puntos de vista, o el mismo personaje en distintos momentos cronológicos, cada propia línea temporal empieza con un rótulo explicando el tiempo que dura, los soldados de la playa están una semana dando tumbos de barco en barco, los civiles del barco se tiran un día navegando para rescatar a sus heroicos compatriotas y los pilotos se tiran una hora para cazar unos cuantos bombardeos y ponerle las cosas un poco más fáciles a los pobres chavales que están pasándolas canutas. Como digo, desde mi punto de vista no solo está claro, sino que además es muy simple y desde el principio. La propia Arrival me pareció más compleja. Aunque creo que en momento culminante queda todo claro, puedo entender más fácilmente la gente estando demasiado confusa en ese punto como para que le tenga sentido.
En cualquier caso, y sin enrollarme más de lo que ya he hecho, lo que quiero decir es básicamente eso, que a lo mejor, tal vez a lo mejor, Nolan no explica demasiado. Simplemente quiere asegurarse de que todo el mundo le entienda.